El trekking consiste en hacer largas caminatas por senderos campestres, especialmente montañas, bosques, selvas o ríos y que requieren algo más de esfuerzo que el senderismo. Es caminar para disfrutar de la naturaleza, con todos los beneficios que eso aporta al cuerpo y la mente.
A diferencia de un paseo por paisajes naturales esta actividad física puede extenderse por más de un día y tomar rutas o caminos distintos a los tradicionales. Además, suele requerir de calzado y algunos equipos claves para que la experiencia sea de calidad.
Es un ejercicio aeróbico, por lo que es beneficioso para el sistema cardiovascular, así como para reducir o controlar el peso. Si se practica en montaña o cerros, la acción de subir y bajar ayuda a tonificar los músculos de las piernas y los glúteos. También fortalece las articulaciones.
Por el lado mental, estar en la naturaleza es de por sí una desconexión con la rutina, lo que contribuye a reducir el estrés, con las ventajas que ello conlleva. Además, si se tiene por costumbre la práctica de la meditación, es idea hacer esa pausa en la caminata para realizarla al aire libre. Otro punto a favor del trekking es que suele hacerse en grupo, lo que sirve para tener un tiempo de calidad con los amigos o la familia.
Para realizar esta práctica es importante tener en cuenta que suele ser extenuante y aquellas personas con alguna condición física como enfermedades cardiacas o musculares, deben realizarse un chequeo médico preventivo o transitar rutas que no los pongan en riesgo.
Otro factor clave es la hidratación, como en cualquier actividad física, pero aquí se añade la prevención, debido a que no siempre en las rutas hay fuentes de agua potable, por lo que es imprescindible llevar una cantidad adecuada. Algo similar pasa con la alimentación que debe adaptarse a la duración del trayecto e incluir comida ligera que proporcione la ingesta calórica y proteica necesaria.
Los elementos que se requieren para practicar el trekking varían de acuerdo con la duración de los trayectos. Por ejemplo, si son varios días, se necesitará una carpa, elementos de cocina y un colchón inflable para descansar. Eso además de una ropa cómoda, una mochila adecuada (lo ideal es una de camping) y calzado especial para el terreno como son las botas o zapatillas diseñadas para estas caminatas. Como en otras prácticas al aire libre es importante contar con protector solar y un botiquín de primeros auxilios.
Del resto solo hay que disponerse a disfrutar de la naturaleza, tomar lindas fotos, conversar con el grupo y relajarse para aprovechar al máximo la desconexión que ofrece una caminata al aire libre.