Stretching, el reto de la flexibilidad corporal

El stretching es una técnica que trabaja con la flexibilidad mediante el estiramiento o elongación muscular y el movimiento articular y pone especial atención en la importancia de la movilidad para preservar el buen estado físico y mental.

La disciplina fue creada por el francés Jean-Pierre Moreau a principios de los años 60 y en un principio estuvo indicada para pacientes con patologías específicas. Es común ver a los deportistas hacer los correspondientes estiramientos antes y después de practicar, pero en sí mismo este ejercicio es ya una disciplina independiente conocida por su nombre en inglés.

La meta del stretching es desarrollar e incrementar la elasticidad corporal y aumentar la movilidad articular. El movimiento básico es mantener el músculo en una posición estirada a la que se llega de forma suave y lenta durante un lapso determinado. Así se ponen en acción también tendones y ligamentos.

El stretching es una gran opción para quienes tienen un estilo de vida más sedentario y les cuesta comenzar una actividad desde cero o para personas mayores y/o con lesiones, ya que es un ejercicio de bajo impacto. Los movimientos requieren de cierta técnica en la que hay que controlar la respiración, la concentración y la relajación. Muchos de sus ejercicios son parecidos al yoga u otras disciplinas similares.

Lo recomendable es practicarlos con el apoyo de un entrenador, que se puede encontrar gracias a las clases en línea o en la mayoría de los gimnasios así como en escuelas de telas, pole sport o danza. No obstante, abundan en internet videos para hacer los ejercicios en casa sin ningún inconveniente.

Los beneficios de esta práctica son numerosos. Para quienes lo realizan antes de hacer un deporte o iniciar la sesión de gym, disminuye el riesgo de lesiones, elimina la rigidez del músculo y hace que la jornada sea menos fatigosa.

Es muy útil para corregir la postura corporal y por el tipo de movimiento que implica, así como la concentración que requiere, favorece la relajación física y mental.

La flexibilidad de los músculos que se consigue con la práctica del stretching favorece el desarrollo de la masa muscular, ayuda a quemar grasa y activa la circulación sanguínea. Además, es útil para aliviar los dolores musculares y de las articulaciones, típicos de la edad adulta, por ejemplo.

Es una práctica que no requiere equipamiento para su desarrollo. Ropa ligera y unos 30 a 45 minutos, son suficientes para ejercitarse. La rutina básica consiste en movimientos que involucran piernas, espalda, brazos, abdomen y cadera, así como la relajación y la respiración consciente.

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