Ponerse los patines y salir a rodar es una actividad que mezcla el ejercicio con la recreación. Bien sea que se haga cada cierto tiempo como diversión o se adopte como rutina para mejorar la salud, el patinaje trae una serie de beneficios que te ayudarán a mejorar tu condición física.
Los patines tienen unos 250 años de antigüedad y durante ese tiempo han variado mucho en modelos y materiales. Los primeros en fabricarse fueron los de tres ruedas en línea cerca de 1819 en Francia. Luego en Estados Unidos en 1963 se crearon los de cuatro ruedas.
Ambos han estado compitiendo por la preferencia del público desde entonces, sin embargo, los lineales han cobrado gran impulso y suelen ser los más conocidos.
El patinaje puede practicarse como ejercicio, recreación o como disciplina deportiva. En cualquiera de ellas provee el beneficio de activar el sistema cardiovascular y mejorar la respiración y la coordinación motora. Eso porque es una actividad de resistencia y que requiere de equilibrio.
Por otro lado, es excelente para quemar calorías. Se calcula que se pueden quemar entre 9 y 10 calorías por cada minuto sobre ruedas, es decir hasta unas 600 calorías en una sesión de una hora.
En el patinaje las piernas son las protagonistas y aunque efectivamente los cuádriceps, abductores y glúteos son los músculos que más se ejercitan, el movimiento del cuerpo para impulsarse hace que todos los músculos trabajen por lo que ayuda a que también se fortalezcan.
El riesgo más importante del patinaje son las lesiones que se pueden producir en caso de una caída, por eso es clave contar con todo el equipo de seguridad para practicarlo como casco, coderas, rodilleras y guantes.
Otra recomendación que hacen los expertos es que antes de comenzar a rodar se haga un calentamiento de 5 minutos trotando y 10 minutos de estiramientos. Si te estás iniciando en esta práctica también sugieren que durante el primer mes lo hagas dos veces por semana, luego en el segundo mes tres veces, siempre intercalando las series de patinaje con descansos.
Una gran ventaja de este ejercicio es que es muy recomendado para los niños. Los especialistas apuntan a que la edad de cuatro años es ideal para comenzar, aunque no hay límites en este aspecto. Es una forma de impulsarlos desde pequeños a tener una actividad física con el componente de diversión para que se animen a practicarla.
En cuanto a los adultos mayores, la observación más importante llega del lado del riesgo de caídas, que pueden ser frecuentes y mientras más avanzada la edad estas son de más cuidado. Del resto, lo que hace falta es ponerse los patines y salir a rodar.