Desde la domesticación de las aves de corral y en especial de la gallina, la humanidad ha estado disfrutando y alimentándose de huevos. Este producto natural es una fuente inagotable de nutrición, ya que contiene la mayoría de las vitaminas, minerales y antioxidantes que necesita el cuerpo, y es ampliamente reconocido por su papel en las dietas sanas y equilibradas.
Son considerados como una valiosa fuente de proteína de calidad ya que contienen los nueve aminoácidos básicos en cantidades suficientes para respaldar el crecimiento, la recuperación y el mantenimiento muscular efectivo.
Si bien algunos otros alimentos contienen más proteínas que los huevos,estos destacan por su alta calidad, de manera que resulta insuperable si se compara proporcionalmente.
Los huevos son un ingrediente importante y versátil para cocinar, y su composición química particular es clave para muchas reacciones importantes de horneado. Hay muchos tipos diferentes de huevo, el más común es el de gallina, mientras que las opciones más gourmet pueden incluir pato, ganso y codorniz.
Otro de los beneficios que aportan es que ayudan a aumentar los niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL), o colesterol «bueno», como se le conoce comúnmente, y esta es una de las razones por las que se ha descubierto que los huevos tienen poco o ningún efecto sobre el riesgo de enfermedades cardíacas.
Relativamente bajos en calorías, los huevos son una de las mejores opciones de alimentos para ayudar a controlar el peso. Los altos niveles de saciedad que generan al comerlos conducen a una mayor sensación de satisfacción, menos hambre y un menor deseo de comer más tarde en el día, lo que significa que estará menos inclinado a buscar ese snack a media tarde.
Los huevos son una de las mejores fuentes dietéticas de colina, un nutriente del que se habla poco y que es importante para la formación de las membranas celulares y para la función cerebral, incluida la memoria. Es especialmente recomendado durante el embarazo y la lactancia, cuando un suministro adecuado de colina es esencial para el desarrollo normal del cerebro.
Los expertos señalan que no hay un límite recomendado sobre la cantidad de huevos que las personas deben comer. Se pueden disfrutar como parte de una dieta equilibrada, pero es mejor si se ingieren sin agregarles sal ni grasas. Por ejemplo, hervidos sin sal o revueltos sin mantequilla. Lo que sí es una sugerencia clave es evitar comerlos fritos, porque el aceite puede aumentar su contenido de grasa alrededor de un 50%.
Una de las particularidades del huevo es que por su “envase” natural no se le pueden añadir conservantes ni aditivos que puedan ser dañinos para la salud. Además, es uno de los alimentos más versátiles para su preparación y que puede estar presente en el desayuno, el almuerzo o la cena.