La demencia define a una serie de manifestaciones relacionadas con dificultades graves de la memoria, el pensamiento y las habilidades sociales que interfieren en el desarrollo de la vida cotidiana. Sus causas son múltiples, pero el Alzheimer es la más común, especialmente en los adultos mayores.
Existen algunos factores de riesgo como la edad, los antecedentes de golpes en la cabeza, enfermedades cardiovasculares, Parkinson y la arteriosclerosis.
El síntoma más llamativo es la pérdida de la memoria, dificultad para comunicarse o encontrar palabras, pérdida progresiva de habilidades espaciales y visuales, problemas para razonar o manejar tareas complejas como planificar y organizar. También se manifiesta con dificultades para coordinar o mantener el equilibrio, ansiedad y depresión.
En la Argentina hay más de 500.000 personas con demencia, la mayoría de los casos (como es frecuente con esta enfermedad) sufren de Alzheimer.
Es uno de los grandes retos de la medicina contemporánea. Hay tratamientos en fases de ensayos clínicos, pero hasta ahora carece de alguno que sea efectivo. Tampoco tiene cura ni es posible revertir los avances de los síntomas.
Las familias que tienen un familiar con algún tipo de demencia pueden cuidarlos en casa o ponerlos al cuidado de una institución especializada. En ambos casos es clave estar bien informados sobre lo que significa y cómo evoluciona, de manera que se pueda afrontar de la mejor manera posible.
La pérdida de la memoria es normal por el envejecimiento, pero si el deterioro afecta la rutina diaria, es uno de los motivos para consultar al médico. Para detectar la demencia los especialistas suelen usar el llamado test o prueba del reloj.
Se le pide a la persona que dibuje un reloj con todas las horas y las manecillas marcando una hora específica. Esta labor requiere el uso coordinado de diferentes áreas cognitivas (organización visual y motora, planificación y ejecución, memoria). Un desempeño deficiente revela el deterioro cognitivo. Por lo general se pide también que se le realice una tomografía y otras evaluaciones de laboratorio.
Si bien no hay una forma segura de prevenir la demencia, los expertos recomiendan algunas medidas que de cierta manera pueden disminuir el riesgo de sufrirla: mantener la mente activa con la lectura, crucigramas, ejercitación de la memoria. También ayuda hacer algún tipo de actividad física, dejar de fumar, ingerir vitaminas, tratar la presión alta, la obesidad y la diabetes.
Además, sugieren el consumo de pescado graso (como el salmón), así como una dieta saludable en general. A esto agregan que se debe tener un descanso de calidad.