La adolescencia es una etapa crucial en el desarrollo humano. Los cambios físicos suelen ser la marca distintiva, sin embargo es también importante prestar atención a los aspectos psicológicos con la intención de cuidar la salud mental.
Los adolescentes pueden ser particularmente vulnerables a la exclusión social, la discriminación, el estigma o las dificultades educativas. Las condiciones de salud mental no detectadas o no tratadas en los adolescentes pueden limitar las oportunidades futuras de llevar una vida plena como adultos, por lo que es útil conocer las posibles señales de advertencia de un problema.
La ansiedad, la depresión y los síntomas de otros trastornos en los adolescentes pueden incluso presentarse de maneras diferentes que en los adultos. Son señales de alerta los constantes dolores de cabeza, de estómago, agresión, irritabilidad, dificultad para concentrarse y aislamiento social.
También es conveniente estar atentos si su hijo o hija se siente desconectado de la realidad, muestra nerviosismo o preocupación constante, cambios en el patrón de sueño o de alimentación y en casos un poco más delicados, declaraciones sobre la vida que no vale la pena vivir o pensamientos sobre el deseo de morir.
Los especialistas concuerdan en que el amor de los padres y la familia en general, así como una relación sólida tienen una influencia directa y positiva en la salud mental de su hijo. Incluso puede reducir las posibilidades de que experimente problemas en ese sentido.
Una de las principales recomendaciones es generar un entorno donde se muestre que se presta atención a lo que está ocurriendo en su vida. Padres y adolescentes deben estar sintonizados en cuanto a que se trata de una etapa diferente de la vida que implica una forma de comunicación, de interacción y de apoyo, distinta a la de la infancia que se va dejando atrás.
Animar a su adolescente a que hable sobre sus sentimientos es importante para que sienta que no tiene que pasar por las cosas por su cuenta y que pueden trabajar juntos para encontrar soluciones a los problemas. Que no se sienta encerrado en sus pensamientos y emociones, sino que pueda expresarlos.
Los psicólogos recomiendan que los padres aborden los problemas a medida que surjan, en lugar de dejar que se acumulen. En caso de dudas o que no encuentre la forma de lidiar con algún asunto, es posible conseguir ayuda con profesionales de la salud mental.
Por otro lado, también es importante promover hábitos como la actividad física para que su adolescente tenga más energía y libere el estrés. Además, es clave una alimentación saludable, tener un sueño de calidad, así como evitar el alcohol y las drogas.