Bienestar

Cinco formas de reducir el tiempo frente a las pantallas

[vc_row css=".vc_custom_1569440384098{padding-top: 20px !important;}"][vc_column][vc_column_text]La competencia por nuestra atención es cada vez más intensa y concentrada en las pantallas de los dispositivos. Hace mucho ya que el teléfono dejó de ser una herramienta para llamar y recibir mensajes de texto; y los televisores el centro de entretenimiento de los livings dependiendo de la programación de los canales.

El mundo del trabajo, los estudios, la diversión y la comunicación vive dentro de las pantallas y aunque representan un enorme avance tecnológico también pueden convertirse en un problema si no logramos administrar el tiempo y la importancia que le damos.

Teléfonos celulares, relojes inteligentes, tabletas y televisores conectados a internet, forman parte de nuestro día a día y dentro de ellos las aplicaciones y plataformas de entretenimiento luchan por captar nuestra atención y dinero.

Según la encuesta WeAreSocial de la empresa Hootsuite, en Argentina cada persona pasa en promedio 3 horas y 22 minutos diarios en redes sociales con Youtube, WhatsApp, Facebook e Instagram, como las cuatro principales. Mientras, solo el 16% realiza seguimiento del tiempo que permanece frente a las pantallas.

Por eso te presentamos cinco formas de reducir el tiempo frente las pantallas:

1.- Evaluá tu tiempo. Si tienes la sospecha de que estás pasando mucho tiempo frente a una pantalla, probablemente sea cierto. Lo podés chequear con herramientas como Screen Time y Digital Wellbeing en iPhone y Android.

2.- ¿Qué querés lograr? Los periodistas argentinos Martina Rua y Pablo Martín Fernández, autores del libro Cómo domar las pantallas, proponen un concepto útil para evaluar el uso de la tecnología: el bienestar digital. Aseguran que para lograrlo se “requiere un plan de uso intencional, consciente, crítico y equilibrado para alcanzar nuestros diferentes objetivos”. Por eso es importante definir cómo quieres usar las redes sociales, las plataformas de streaming, etc. para tu crecimiento personal en lugar de solo pasar horas sin propósito.

3.- Cambia la configuración del teléfono. Una estrategia muy de moda es cambiar tu teléfono al modo de escala de grises. Así la pantalla se queda sin colores y eso hace que desplazarse por las redes sociales sea menos atractivo. Además, podés silenciar todas las notificaciones (visuales y sonoras) y así evitás los avisos mientras haces algo productivo.

4.- Descansa de la pantalla. Sabemos que por motivos de estudio o trabajo debemos pasar varias horas frente al teléfono, la computadora o la tableta. Sin embargo, es importante recordar que el descanso es clave. Durante una larga jornada tomate unos 5 minutos cada hora para lavarte la cara o simplemente mirar a otro lado. Pensando en un descanso más prolongado, destina un tiempo para hacer actividades que no involucren dispositivos como dar un paseo, manejar la bici, leer un libro impreso o ir al gym.

5.- Desconectate antes de dormir. Este es casi un mandamiento: No verás pantallas antes de dormir. Está demostrado que hacerlo sabotea el sueño de varias maneras diferentes. Esto debido a que hace que el cerebro siga estimulado justo cuando debería relajarse para descansar debidamente. Además, la luz azul que emite el teléfono disminuye los niveles de  melatonina, la hormona que controla los ciclos del sueño del cuerpo.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

La riqueza energética de las frutas deshidratadas

[vc_row css=".vc_custom_1569440384098{padding-top: 20px !important;}"][vc_column][vc_column_text]Hace más de 3.000 años la humanidad descubrió que si colocaba frutas frescas al sol y se las guardaba bien después, estas conservaban su valor alimenticio y además se reducían en peso y volumen, lo que facilitaba su transporte.

Actualmente podemos conseguir una gran variedad de frutas deshidratadas, algunas de elaboración artesanal y otras industrial, en distintas presentaciones: solas, mezcladas con cereal o en barras integrales. El proceso de secado se sigue haciendo al sol, pero también en hornos o secaderos industriales.

Su consumo en la Argentina está ganando fuerza en los últimos años, aunque la mayor parte de la producción, principalmente en Catamarca y Mendoza, tiene como destino la exportación.

Las frutas deshidratadas son una gran fuente de energía debido a que durante su procesamiento se libera la glucosa y la fructosa que concentran el sabor azucarado y elevan el valor calórico. Esto las hace muy útiles como reconstituyente para deportistas o personas con mucha actividad física.

Uvas, ciruelas, higos, dátiles, manzanas, durazno, arándanos y naranja, figuran entre los que podemos encontrar en las dietéticas y el supermercado. Se calcula que 100 gramos de estas frutas proporcionan 270 calorías, eso es cuatro veces más que consumir 100 gramos de esas mismas frutas en su estado natural.

La deshidratación es un método de conservación y consiste, como su nombre lo indica, en eliminar parcial la humedad natural de la frutal. Al bajar sustancialmente el contenido de  agua, los microorganismos no pueden desarrollarse y así puede permanecer en buen estado a largo plazo aunque esté a temperatura ambiente.

En términos generales las frutas deshidratadas proporcionan vitaminas A y C que aportan ácido fólico y contribuyen a la multiplicación celular. Son fuente de minerales como hierro, calcio, magnesio y potasio. Además, fortalecen el sistema inmune, protegen de enfermedades degenerativas, gracias a que contienen fitonutrientes.

Por otro lado, estos alimentos son ricos en fibras insolubles que favorecen el movimiento intestinal y combaten el estreñimiento. También ayudan a disminuir los niveles de colesterol y ayuda a prevenir cáncer gástrico.

No obstante todos estos beneficios de las frutas deshidratadas es importante tener en cuenta que si bien las frutas deshidratadas su consumo debe ser bajo entre personas con sobrepeso (por la cantidad de calorías) y se debe evitar si existe diabetes.

Otras consideraciones importantes tienen que ver con la forma de adquirir estos productos. Los expertos recomiendan verificar que estén bien envasados (preferiblemente al vacío) y que cumplan con las normas sanitarias y de procesamiento, ya que si están mal elaborados, pierden mucho de su valor nutritivo.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Patinaje, rodar por la salud

[vc_row css=".vc_custom_1569440384098{padding-top: 20px !important;}"][vc_column][vc_column_text]Ponerse los patines y salir a rodar es una actividad que mezcla el ejercicio con la recreación. Bien sea que se haga cada cierto tiempo como diversión o se adopte como rutina para mejorar la salud, el patinaje trae una serie de beneficios que te ayudarán a mejorar tu condición física.

Los patines tienen unos 250 años de antigüedad y durante ese tiempo han variado mucho en modelos y materiales. Los primeros en fabricarse fueron los de tres ruedas en línea cerca de 1819 en Francia. Luego en Estados Unidos en 1963 se crearon los de cuatro ruedas.

Ambos han estado compitiendo por la preferencia del público desde entonces, sin embargo, los lineales han cobrado gran impulso y suelen ser los más conocidos.

El patinaje puede practicarse como ejercicio, recreación o como disciplina deportiva. En cualquiera de ellas provee el beneficio de activar el sistema cardiovascular y mejorar la respiración y la coordinación motora. Eso porque es una actividad de resistencia y que requiere de equilibrio.

Por otro lado, es excelente para quemar calorías. Se calcula que se pueden quemar entre 9 y 10 calorías por cada minuto sobre ruedas, es decir hasta unas 600 calorías en una sesión de una hora.

En el patinaje las piernas son las protagonistas y aunque efectivamente los cuádriceps, abductores y glúteos son los músculos que más se ejercitan, el movimiento del cuerpo para impulsarse hace que todos los músculos trabajen por lo que ayuda a que también se fortalezcan.

El riesgo más importante del patinaje son las lesiones que se pueden producir en caso de una caída, por eso es clave contar con todo el equipo de seguridad para practicarlo como casco, coderas, rodilleras y guantes.

Otra recomendación que hacen los expertos es que antes de comenzar a rodar se haga un calentamiento de 5 minutos trotando y 10 minutos de estiramientos. Si te estás iniciando en esta práctica también sugieren que durante el primer mes lo hagas dos veces por semana, luego en el segundo mes tres veces, siempre intercalando las series de patinaje con descansos.

Una gran ventaja de este ejercicio es que es muy recomendado para los niños. Los especialistas apuntan a que la edad de cuatro años es ideal para comenzar, aunque no hay límites en este aspecto. Es una forma de impulsarlos desde pequeños a tener una actividad física con el componente de diversión para que se animen a practicarla.

En cuanto a los adultos mayores, la observación más importante llega del lado del riesgo de caídas, que pueden ser frecuentes y mientras más avanzada la edad estas son de más cuidado. Del resto, lo que hace falta es ponerse los patines y salir a rodar.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Cómo leer la etiqueta de los alimentos

[vc_row css=".vc_custom_1569440384098{padding-top: 20px !important;}"][vc_column][vc_column_text]Cuando estamos frente a la góndola en el supermercado o cuando vamos al almacén podemos pensar que lo más importante es el precio de los alimentos que compramos, sin embargo, hay otro elemento clave que debemos observar y que nos puede ayudar a tomar la decisión de compra: la etiqueta.

En Argentina, como en muchos países, existen normas que regulan lo que debe ir impreso en los empaques de los alimentos. De esta manera se busca que los consumidores tengan a la mano la información para decidir si el producto que adquieren se adapta a sus necesidades alimenticias.

Así que en cualquier presentación que vengan los alimentos estos deben tener el rotulado nutricional, la identificación, procedencia, duración, instrucciones de uso (si corresponde) y los datos del importador (si es el caso).

Además de la fecha de vencimiento, lo más importante para el consumidor en esa etiqueta es el rotulado nutricional, pues allí se indican los nutrientes, el contenido energético, e ingredientes.

¿A qué debemos prestar atención en estos datos si queremos llevar alimentos más sanos a nuestra casa? Lo primero que hay que saber es que la etiqueta nutricional nos indica los valores equivalentes a una porción y el porcentaje de calorías diario.

Lo que sigue a continuación es lo que va a determinar si queremos consumir o no ese producto, porque nos mostrará la cantidad de grasas, carbohidratos, colesterol, sodio y vitaminas.

En la sección de grasas es importante evitar aquellos alimentos altos en grasas saturadas. Estas grasas elevan el colesterol "malo" y reducen el colesterol "bueno", por lo que su consumo continuo puede causar problemas del sistema cardiovascular. Lo ideal es consumir hasta 30 gramos de ellas al día.

Obviamente, los productos ricos en vitaminas y minerales (hierro, calcio, por ejemplo) son más beneficiosos y esa información también la podremos ver allí. Algunos productos resaltan esos datos en la parte frontal, porque son un valor agregado para su comercialización.

En esa misma etiqueta nutricional podemos ver el contenido de sodio del alimento, es decir, la cantidad de sal. Los nutricionistas recomiendan elegir productos con menos de 140 mg por porción y si su régimen lo requiere, también allí puede ver si se trata de un alimento libre o bajo de sodio.

Otra información de valor que encontramos es la cantidad de fibra. A mayor cantidad de esta, el alimento le dará más sensación de llenura, contribuirá a su flujo digestivo y evitará que busque algo entre comidas.

Finalmente, un dato clave es la cantidad de azúcar. Es importante fijarse en la cantidad, pues mientras menos contenga mejor, ya que todos contienen azúcar que no es natural (como la de las frutas) y los expertos coinciden en que esta no es nada saludable.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Apagar el hábito de fumar

[vc_row css=".vc_custom_1569440384098{padding-top: 20px !important;}"][vc_column][vc_column_text]Fumar es uno de los hábitos más peligrosos a los que puede acostumbrarse una persona. Los riesgos asociados van desde la posibilidad de sufrir distintos tipos de cáncer, hasta padecimientos del sistema cardiaco. Es por ello que existen múltiples iniciativas y programas para apoyar a quien quiere dejarlo.

La adicción al cigarrillo lo produce la nicotina, una sustancia que actúa en los centros de placer del cerebro. Quien fuma se siente alerta, en ocasiones relajado, despierto y cree que este hábito mejora su concentración y favorece el aprendizaje.

Los expertos explican que también se genera una dependencia psicológica porque el cigarrillo se convierte en una especie de “amigo” o “compañero”.

En Argentina hay unos 9 millones de fumadores y cada año mueren 44.000 argentinos por causas asociadas al tabaquismo. La Asociación Argentina de Tabacología (ASAT), tan solo el 10% de los fumadores del país recurre al médico para dejarlo.

El primer paso para dejar de fumar es reconocer que se es un fumador. Hacer consciente que se tiene este hábito ayudará a dar transitar el camino. El segundo paso es también clave, porque se trata de establecer lo que gira alrededor de este vicio: cantidad de cigarrillos diarios, lugar y momento del día cuando se fuma, etc.

El tercer paso consiste en encontrar un sustituto. Hay una variedad de opciones en este punto que van desde masticar chicle, comer caramelos, frutas, beber agua u otras técnicas para el manejo del estrés que conlleva ir dejando la dependencia.

No es algo que se logra de un día para otro. Los especialistas coinciden en que la estrategia apunta a reducir poco a poco la cantidad de cigarrillos diarios hasta llegar a cero. En el camino es posible que se de una recaída, pero es parte del proceso y lo importante es reponerse y volver a iniciar.

Un aspecto clave de este camino es procurar la compañía o apoyo de familiares y amigos para que refuercen su meta. Además, tenga en cuenta que puede recurrir a un profesional médico que le ayude a seguir avanzando.

En el país hay cerca de 400 centros para dejar fumar -la mayoría gratuitos- a los que se puede acudir para recibir tratamiento integral de cesación tabáquica, que incluya, entre otros ejes, asesoramiento sobre el uso apropiado de productos de reemplazo de nicotina u otros medicamentos.

Los beneficios de dejar el hábito del cigarrillo son múltiples. En el aspecto físico resalta que se mejora la respiración, desaparecen las manchas amarillas de los dientes y se recupera el buen aliento. También hay ventajas psicológicas como la eliminación del sentimiento de autodestrucción o la sensación de haber alcanzado un logro vital. Además, son obvios los beneficios económicos, ya que desaparece un gasto y ese dinero puede dirigirse a otros objetivos.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

¡A comer verduras!

[vc_row css=".vc_custom_1569440384098{padding-top: 20px !important;}"][vc_column][vc_column_text]Hablar de verduras es sinónimo de buen comer, de alimentación balanceada y de salud. Son hortalizas que reciben su nombre popular por su característico color verde, aunque no todas cumplen ese criterio. Lo que sí tienen en común es que son una rica fuente de vitaminas, minerales y fibra.

Existen varios grupos, como las hortalizas propiamente dichas, las legumbres y aquellas plantas compuestas por hojas o de tallos comestibles. Sus colores pueden ser variados, desde el típico verde hasta el naranja, pasando por algunos tonos marrones o terrosos.

También son variados sus tamaños y formas, no obstante se caracterizan por ser de fácil cultivo, a tal punto de que se puede tener el propio huerto en casa o incluso en macetas de muchas verduras.

Su inclusión en la dieta se puede hacer de muchas formas. Son un gran acompañante de las proteínas en la dieta tipo paleo y un componente esencial de la dieta mediterránea. También se les puede consumir solas o combinadas entre ellas en una ensalada.

Una de sus grandes ventajas es que se pueden consumir crudas, cocidas o combinadas con otras comidas. Incluso en batidos o licuados. A pesar de esto, en la Argentina, distintos informes indican que no se consume la cantidad recomendada por los expertos de 400 gramos diarios.

El top cinco en el país lo componen la papa, cebolla, tomate, zapallo y zapallito, por eso veamos los beneficios específicos de algunos otras cinco verduras también muy nutritivas:

Lechuga: Nos proporciona vitaminas como la A, C y B2. Es un gran ingrediente para una variedad de ensaladas, además se puede comprar en distintas variedades.

Coliflor: Aunque su olor no le hace honor a su valor nutricional, es un aliado de la salud cardiaca e intestinal y clave para bajar de peso. Contienen un antioxidante llamado I3C, que puede reducir el cáncer de pecho y de los sistemas reproductivos tanto masculino como femenino.

Zucchini: Tiene alto contenido de fósforo, lo que ayuda a mantener nuestro cerebro sano. Elimina toxinas de la piel y combate el acné, por lo que su consumo en la adolescencia es considerado clave por los expertos.

Espinacas: Este noble vegetal de hoja verde es una rica fuente de hierro, calcio, vitaminas y antioxidantes. Suele ser el complemento nutricional perfecto para quienes no consumen carne o leche. Su versátil forma de preparación nos permite tenerlo presente en eensaladas, batidos, sandwiches, tortillas y un largo etcétera.

Pepino: Es un excelente diurético, perfecto para incluir en la dieta de verano por su alto contenido en agua, que ayuda a mantenerse hidratado. Se consume en ensaladas, pero también en batidos o licuados, algunos muy refrescantes combinados con otros ingredientes como hierbabuena o menta.[/vc_column_text][vc_column_text]Hablar de verduras es sinónimo de buen comer, de alimentación balanceada y de salud. Son hortalizas que reciben su nombre popular por su característico color verde, aunque no todas cumplen ese criterio. Lo que sí tienen en común es que son una rica fuente de vitaminas, minerales y fibra.

Existen varios grupos, como las hortalizas propiamente dichas, las legumbres y aquellas plantas compuestas por hojas o de tallos comestibles. Sus colores pueden ser variados, desde el típico verde hasta el naranja, pasando por algunos tonos marrones o terrosos.

También son variados sus tamaños y formas, no obstante se caracterizan por ser de fácil cultivo, a tal punto de que se puede tener el propio huerto en casa o incluso en macetas de muchas verduras.

Su inclusión en la dieta se puede hacer de muchas formas. Son un gran acompañante de las proteínas en la dieta tipo paleo y un componente esencial de la dieta mediterránea. También se les puede consumir solas o combinadas entre ellas en una ensalada.

Una de sus grandes ventajas es que se pueden consumir crudas, cocidas o combinadas con otras comidas. Incluso en batidos o licuados. A pesar de esto, en la Argentina, distintos informes indican que no se consume la cantidad recomendada por los expertos de 400 gramos diarios.

El top cinco en el país lo componen la papa, cebolla, tomate, zapallo y zapallito, por eso veamos los beneficios específicos de algunos otras cinco verduras también muy nutritivas:

Lechuga: Nos proporciona vitaminas como la A, C y B2. Es un gran ingrediente para una variedad de ensaladas, además se puede comprar en distintas variedades.

Coliflor: Aunque su olor no le hace honor a su valor nutricional, es un aliado de la salud cardiaca e intestinal y clave para bajar de peso. Contienen un antioxidante llamado I3C, que puede reducir el cáncer de pecho y de los sistemas reproductivos tanto masculino como femenino.

Zucchini: Tiene alto contenido de fósforo, lo que ayuda a mantener nuestro cerebro sano. Elimina toxinas de la piel y combate el acné, por lo que su consumo en la adolescencia es considerado clave por los expertos.

Espinacas: Este noble vegetal de hoja verde es una rica fuente de hierro, calcio, vitaminas y antioxidantes. Suele ser el complemento nutricional perfecto para quienes no consumen carne o leche. Su versátil forma de preparación nos permite tenerlo presente en eensaladas, batidos, sandwiches, tortillas y un largo etcétera.

Pepino: Es un excelente diurético, perfecto para incluir en la dieta de verano por su alto contenido en agua, que ayuda a mantenerse hidratado. Se consume en ensaladas, pero también en batidos o licuados, algunos muy refrescantes combinados con otros ingredientes
como hierbabuena o menta.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Pensamiento positivo, herramienta para la tranquilidad

[vc_row css=".vc_custom_1569440384098{padding-top: 20px !important;}"][vc_column][vc_column_text]Una de las características más importantes del ser humano es la capacidad de pensar acerca de sus pensamientos, es decir, tomar conciencia de su contenido y lo que esto provoca en sus emociones y en su cuerpo. En el manejo que se hace de esto radica el pensamiento positivo.

La psicología positiva surgió en los años 50 gracias a los estudios de Abraham Maslow y Carl Rogers, pero no fue sino hasta finales de los 90 que otro científico, Martin E.P Seligman, empezó a hablar de ella y popularizó un movimiento que ha encontrado eco en numerosos libros de autoayuda.

El pensamiento positivo no significa ignorar la realidad, sino buscar la forma de enfrentar lo desagradable de una manera más productiva. Se trata de tomar conciencia sobre el flujo interminable de pensamientos que nos dan vuelta en la cabeza y si daremos más espacio a lo positivo o a lo negativo.

Diversos estudios muestran que trabajar en tener pensamientos positivos genera beneficios para la salud como una menor posibilidad de caer en depresión, bajo nivel de angustia, mayor bienestar psicológico, reforzamiento del sistema inmune, entre otros.

Existen formas de identificar los pensamientos negativos. Lo primero que hay que hacer es reconocer cada idea que nos viene a la cabeza y concentrarnos en aquellas que nos generan bienestar. Es un darse cuenta constantemente, conectarnos con las emociones que se producen y cómo reaccionamos a lo que nos ocurre en la vida diaria.

“No hay drama” es una expresión muy conocida que nos puede ayudar a trabajar en nuestro pensamiento positivo. Porque podemos entrenar a nuestra mente a que no dramatice, es decir, a que no anticipe lo peor, no nos victimicemos o sintamos culpables.

Apliquemos a este tema otro término argentino: la grieta. Tendemos a pensar que todo lo que nos ocurre es bueno o malo, eso genera una grieta en nuestros pensamiento. Muchas personas creen que tienen que ser perfectas o de lo contrario son un fracaso total. Y no es así, la vida está llena de matices, hay una amplia gama de grises entre el blanco y el negro.

Finalmente, procura que el pensamiento positivo sea algo que disfrutes y te relaje, evita obsesionarte con la idea de que siempre debes estar bien y sacale provecho a los bajones.

Recientemente distintos estudios analizan cómo funcionan las emociones y aunque la psicología positiva puede ayudar a algunas  personas, podría ser dañina para otras, pues puede fomentar sentimientos de fracaso, tristeza o incluso depresión.

Algunos expertos señalan que no hay que evadir los pensamientos o sentimientos, sino reconocerlos como parte de la realidad y desde allí tomar la decisión y decir: voy a cuidarme, apoyarme en las personas que amo o simplemente dejarse ser.

Recordá que no es algo con lo que debes lidiar en soledad. Familiares, profesionales de la salud mental y otras personas están allí para ti.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Los beneficios de los batidos

[vc_row css=".vc_custom_1569440384098{padding-top: 20px !important;}"][vc_column][vc_column_text]Los batidos naturales son una excelente bebida para acompañar tus comidas, para disfrutar solos o con una saludable meriendita. Además de ser deliciosos, aportan a nuestro cuerpo vitaminas y otros nutrientes claves.

Un batido suele tener como base un líquido que puede ser leche, yogurt o helado, y la fruta o combinación de frutas. Eso hace que sus sabores, texturas y beneficios sean muy amplios.

La combinación de lácteos y frutas es una mezcla nutricional muy importante. Los lácteos te proporcionan calcio, elemento fundamental para el desarrollo y mantenimiento de los huesos; mientras las frutas aportan vitaminas, minerales y fibra.

Por ejemplo, un batido de frutilla, combina los beneficios de la leche con las vitaminas de la fruta, entre las que se incluyen A, C, E y B1, B2, B3 y B6, así como varios minerales. Los batidos son excelente complemento para una dieta balanceada además de perfectos sustitutos para las bebidas como gaseosas, jugos envasados u otros que no aportan nutrientes, sino cantidades exageradas de sodio y azúcar.

Dentro de la gran variedad de batidos que podemos encontrar, unos que están muy de moda desde hace un tiempo, son los llamados batidos verdes. Son los que se preparan con espinacas, perejil, yerbabuena, entre otros alimentos. Son una muy buena opción para consumir antioxidantes.

Otro de los batidos que hay que mencionar son los proteicos, que pueden hacerse con polvos especiales o de forma casera. Son muy utilizados por quienes practican deportes, bien sea por gusto o a nivel profesional, ya que complementan la dieta.

Estos en especial ayudan a acelerar el metabolismo, favorece la pérdida de peso, fomentar el desarrollo de masa muscular y funcionan muy bien como merienda por sí solos. En las dietéticas y supermercados podés encontrar una gran variedad de opciones. Es recomendable contar con la recomendación de un nutriólogo para definir cuál es el más conveniente para ti.

Claro que estos batidos también se pueden preparar en casa, por ejemplo, con leche desnatada, leche en polvo desnatada, banana, avena, frutas secas trituradas o yogur. Todo a la licuadora y listo.

Una de las claras ventajas de todos estos batidos es que tienen un aporte calórico muy bajo, ayudan a saciar el hambre entre comidas, produciendo una sensación prolongada de llenura y son una alternativa saludable.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Pan, variado y nutritivo compañero

[vc_row css=".vc_custom_1569440384098{padding-top: 20px !important;}"][vc_column][vc_column_text]El pan es parte de la comida humana desde hace miles de años. Civilizaciones antiguas como la egipcia lo preparaban y con el paso del tiempo se fueron perfeccionando las técnicas que lo traen a nuestra mesa hoy en día.

En la actualidad existen más de 300 tipos de panes, que varían según los ingredientes y la técnica de elaboración, sin embargo es un  alimento esencialmente hecho con harina, levadura, agua y sal, que toma su tamaño gracias a la fermentación de la levadura.

Este producto es uno de los pocos que se puede encontrar en cualquier parte del mundo y cada cultura o país tiene un montón de frases o refranes acerca de él, así como sus propias variedades.

Argentina es uno de los países con mayor ingesta de pan en la región suramericana. Se estima que 77% de los argentinos consume pan diariamente o al menos una vez por semana, contra un promedio de 61% en las naciones vecinas.

La composición fundamental del pan son los carbohidratos (46 gramos por cada 100 gramos), pero también es rico en otros nutrientes como vitaminas B1, B2, B6, E y K, calcio, fósforo, potasio, sodio, magnesio y zinc. Los especialistas aseguran que es un excelente  acompañante en regímenes dietéticos, porque produce sensación de saciedad largo tiempo. También disminuye la absorción del colesterol y ayuda a prevenir el estreñimiento. Obviamente, todo esto depende de las cantidades y del tipo de pan que consumimos.

El pan es un alimento muy versátil ya que puede ser un plato principal (en su presentación de sandwich, hamburguesa o pancho), acompañante (en algunas sopas u otras comidas) e incluso ingrediente(pan rallado o los crutones). Por eso lo podemos ver en cada una de las tres comidas y hasta en las meriendas.

Los nutriólogos se inclinan a que su consumo sea acompañado de huevo, pescado o carne, es decir, que no se consuma solo. Además, en el caso de sandwich o hamburguesas, incluir vegetales, germinados, tomate o pepino, para hacerlo más balanceado.

Además, se considera que comer pan es ideal para todas las edades. Por ejemplo, a niños y adolescentes les aporta energía para su  actividad física, y para los adultos mayores es un alimento de fácil masticación y digestión.

Los beneficios dependen del tipo de pan que comemos. El pan blanco es el más conocido y que más se consume, pero también podemos encontrar pan integral que aporta más vitaminas del grupo B y minerales. Mientras, aquellas variedades que incluyen granos enteros nos aportan fibra y energía. Es el caso de los panes con o hechos a base de cebada, maíz, quinua o arroz entre otros.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Cómo fortalecer el sistema inmune

[vc_row css=".vc_custom_1569440384098{padding-top: 20px !important;}"][vc_column][vc_column_text]Una serie de dibujos animados de finales de los 80 ilustraba cómo funcionaba el cuerpo humano de una manera divertida asignando personajes casi humanos a las células, sistemas y otras partes de la anatomía. En el capítulo del sistema inmune, sus integrantes eran una especie de fuerza aérea y de infantería con potentes armas para combatir bacterias, microbios y otros peligros.

Es difícil encontrar una mejor forma de explicar lo que es el sistema inmune, es decir, ese que defiende al cuerpo contra las infecciones, a gérmenes y virus invasores para mantenernos sanos. Funciona por sí solo, pero los expertos aseguran que hay formas de reforzarlos bien sea con ejercicio físico, relajación, alimentos o suplementos.

Los componentes de ciertos alimentos son de mucha utilidad para fortalecer nuestras defensas. Es bien conocida la eficiencia de los cítricos (limón, naranja, mandarina), pero existen otros que también ayudan como el ajo, las almendras, el brócoli, el chocolate negro, las espinacas y el pollo. Más allá de las propiedades de estos alimentos, la clave es que sean parte de tu dieta balanceada.

Siguiendo con las comidas, podés incluir los probióticos, que también tienen efectos benéficos sobre el sistema inmune. Los encontrás en los yogures, encurtidos que están en vinagre, en quesos como el mozzarella o el cheddar.

Es una regla general para el bienestar, pero no está demás recomendar que se debe evitar el alcohol, el azúcar y la comida procesada. Los especialistas aseguran que no existe ninguna hierba ni vitamina con la que se pueda prevenir automáticamente una gripe u frenar algún virus. Pero de lo que sí están seguros es de que el consumo moderado de vitamina D puede ofrecer protección si te hace falta.

Para ello debes hacerte unos análisis y consultar con tu médico que te indicará la dosis adecuada, dependiendo de tu estado de salud general y edad.

De forma natural, la vitamina D la podés obtener tomando sol. La Organización Mundial de la Salud (OMS), asegura que en verano y primavera es suficiente si nos da el sol en los brazos y cara durante 10 o 15 minutos unas tres veces por semana. Recordá que si te exponés más tiempo es necesario usar protector solar.

Por otra parte, es recomendable practicar algún tipo de ejercicio como nadar, montar en bicicleta o ir al gimnasio. Pero también aquellos menos tradicionales y que no necesariamente implican esfuerzo. Puede ser yoga (cuyas técnicas de meditación también son útiles), tai chi, pilates, entre otros.

Es importante evitar el sobreesfuerzo. Si no tienes como hábito ejercitarte inicia con moderación, de acuerdo con tu condición física y edad.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]