Lo que necesitás saber sobre la lectura infantil

La lectura de libros en la infancia es una práctica muy asociada a la educación. Hacer que sea un hábito agradable y expandirlo más allá del contexto escolar es un reto para padres y le aporta a los pequeños habilidades grandes beneficios para el resto de sus vidas.

Los psicólogos infantiles recomiendan que desde su primer año, los niños tengan contacto con las historias de distintos tipos e incluso puedan jugar con libros adaptados a su edad con ilustraciones, sonidos, etc. Luego a medida que van creciendo y aprendiendo a leer su acercamiento con los libros va cambiando.

Para cada edad se recomienda un tipo diferente de libros y de contenidos. De 0 a 3 años, los libros se confunden con los juguetes, pero además de ese contacto lúdico es un buen momento para contarles historias cortas, donde el libro sea parte de la diversión. De 4 a 7 años, es una etapa donde la fantasía y la humanización de los animales y objetos son el centro de la acción. La lectura en voz alta despierta su interés y es el momento de practicar la lectura con contenidos que disfruten y que les ayuden a comprender el mundo que les rodea. Los cómics son un gran atractivo en estas edades y las siguientes.

Entre los 8 y los 9 años, sus habilidades lectoras se pulen, ponen atención a la trama, los detalles y a los finales. Además, ya leen por su cuenta y se pueden interesar en textos un poco más extensos, aunque la presencia de ilustraciones sigue siendo importante. Desde los 10 años y hasta la entrada a la adolescencia, están en mayor capacidad de entender y explorar temas y tramas más complejos. Además, su elección de lecturas es más independiente.

La selección del libro debe tomar en cuenta la edad y considerar el impacto de las ilustraciones y el contenido. Cuando ya sean más grandes, la selección debe ser compartida en búsqueda de la orientación de los temas. Es importante aprovechar ocasiones especiales como Navidad, cumpleaños, Día del Niño, etc. para que el libro sea uno de los obsequios. También es clave involucrar a los pequeños en actividades de las bibliotecas o clubs de lectura locales.

Los especialistas recomiendan que la lectura infantil sea una actividad compartida con la familia, especialmente para que el niño se introduzca en el hábito de manera natural y no resulte una carga pesada. En ello es importante que también los padres sean lectores que la presencia del libro y los tiempos de lectura sean habituales en casa.

La literatura infantil es un excelente complemento para estimular la imaginación, educar en valores, establecer las diferencias entre la realidad y la fantasía y desarrollar el lenguaje. Generalmente los temas están inspirados en elementos fantásticos (como los cuentos de hadas), relatos populares (basados en tradiciones culturales propias de cada país) y actuales (compuestos por eventos de la vida cotidiana). Así, desde etapas iniciales les permite ver a través de historias la diferencia entre el bien y el mal, a comprender situaciones difíciles, aprender el uso de los recursos o la importancia de respetar a los demás.

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